El pasado miércoles 3 de Agosto, un Boeing 777-300 de Emirates se estrelló al aterrizar en el aeropuerto de Dubái. El avión llegó desde la ciudad de Thiruvananthapuram, India. Cuando la aeronave se preparaba para aterrizar, en el último minuto sus pilotos avisaron a la torre de control que abandonarían el aterrizaje.
El avión estaba tratando de «dar la vuelta» – una maniobra común cuando el avión quiere recuperar altura y realizar otro esfuerzo para aterrizar – pero en vez de subir el avión se estrelló y su motor derecho se separó.
El fuselaje se quemó y se torció. La parte superior del avión se fundió, hasta el nivel de las ventanas, y el interior estaba carbonizado.
Afortunadamente los 282 pasajeros y 18 tripulantes a bordo salieron a salvo. Sin embargo, un bombero murió.
Un gerente de la aerolínea dijo: «los pilotos y la tripulación fueron los últimos en abandonar la aeronave», elogiando el «máximo nivel de profesionalismo que han demostrado«.
La autoridad General de Aviación Civil (GCA) de los Emiratos Árabes Unidos iniciará la investigación.
Abogado Accidentes de Aviación
William Schwitzer y Asociados
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